Datos personales

Mi foto
No soy adorable, pero aún así me definen como 'riquiña'. Vivo en mi mundo porque en la vida real no me sé adaptar. Soy lo que quiero, sin importarme los demás. Me gusta el Invierno pero también el Verano. Mi principal pasión es leer y escuchar mi canción favorita a la vez sin olvidarme de escribir después. No busco al chico ideal sino al alternativo. Soy enamoradiza pero a la vez difícil de gustar. Me gusta comer leche fría con galletas cuando me aburro y el frescor de después de lavarme los dientes. No soy superficial ni materialista. I was born this way, y ya está. Ah, me gusta gustarme, aunque no lo suela hacer.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Capítulo tres

Pues sí, allí estaba él. Sentado en su moto, que nunca me había caído bien, pero la soportaba. Me acuerdo que cuando la había comprado, le había mirado con cara de enfado, y reprochado que la mayoría de los jóvenes teníamos accidentes en ese, exactamente, medio de transporte. Lopeor fue cuando al bajarme de ella me quedé muy..'agustito'. Y tuve que decirle a Guille que, a lo mejor, el aparato ese no estaba tan mal. Desde esas (hace a penas 3 meses) evito montarme en ella, porque él siempre acaba por reírse de mí.

-Eh, guapa, te espera tú novio ahí, ¿ o es que no te habías dado cuenta? - la voz de Mario, como no, interrumpiendo cualquier pensamiento.
- Sí, chicas, chicos, yo mejor me voy. Hablamos por la noche, y si eso nos vemos mañana o cualquier chorrada así, ¿vale? - he ahí yo. Desesperada por irme con mi chico, patético.
- Acuérdate de que tenemos algo pendiente. - ¿Qué coño...?¿Pendiente? ¿Qué tenemos pendiente, Carmen? Aún así, no me hice la sorprendida, me lo guardé para cualquiera larga conversación telefónica.
-Sí, sí, no te preocupes. ¡Adios!

Tenía ganas de corres, es más, de volar si pudiera. Pero no lo hice, no sé. No soy de esas que se ponen a correr y a gritar cuando ven a 'su chico'. Me fui acercando poco a poco, tal cual se acerca el invierno al otoño, o el verano a la primera. Al salir oficialmente del instituto, al pasar la verja que me separaba del mundo real, una corriente de aire acarició mi pelo, y me sentí lo bastante bien conmigo misma como para mandar a la mierda el mundo y ponerme a correr. Increíble, pero cierto. Hasta creo que Guille se quiso pellizcar para ver si ese gesto había sido cierto. Me daba igual, yo estaba en sus brazos. Él, y yo. Yo, y él.

- ¿Pequeña? ¿Eres tú? No me puedo creer que hayas hecho esto. Me sorprendes cada día..- y una sonrisa por su parte. Preciosa sonrisa. Ah, espera, y que no se me olvide el beso en mis labios. Precioso beso.
- ¿Y tú, qué haces aquí? Tú eres el que me sorprende a mí.
- Y más que te voy a sorprender, creéme. Pero hoy, especialmente, tengo una sorpresa para ti. 
- ¿Sorpresa? ¿De qué tipo? 
- Si te lo digo no tiene gracia, estúpida. - ¿De qué se va? ¿Qué se piensa qué es para llamarme estúpida? Ah sí, mi estúpido  novio. Anda, súbete a la moto. Por cierto...se me ha olvidado tu casco.
- ¿Y si te digo que no quiero subirme? 
- Vas andando, como prefieras - y vuelta a lo mismo, preciosa sonrisa. No sé, esta vez demasiado especial.

Al final acabé por subirme (no sin darle un golpecito en su brazo, lo más fuerte posible), no quería ir andando, y menos sin saber a qué sitio nos dirigiamos. Durante el trayecto Guille me preguntó si iba bien, y si tenía miedo, a lo que contesté 'sí' y 'no'. El 'no' era relativo, yo, sin casco, en una moto, no me traía buenas vibraciones. Pero en poco menos de 5 minutos llegamos a nuestro destino, que no era más que el principio del caminito que daba al bosque. El bosque que estaba cerca de nuestras casas, más cerca de la de él, que de la mía. Nosotros lo llamabamos el 'bosque' pero yo creo que no lo hicieron para ser llamado así. Era un conjunto de caminos, para cualquiera que viviera ahí cerca. No sé, un parque donde pasear el perro, pero para nosotros era especial. Entre tanto camino, habíamos descubierto un sitio. Lo llamábamos 'nuestro sitio' a lo que simplemente era un banco, rodeado de flores. O a veces de hojas secas, siempre dependiendo de la época del año.
~Lo habíamos encontrado un día de frío, sin lluvia, pero frío. Era de estos días que el invierno te trae para que añores el verano. Incluso yo, que llega un momento en el que el verano me cansa, y pido un poco de lluvia, aborrecí ese día. Lo que pasa, que ese día fue especial para los dos. Tan especial como una manzana que lleva un gusano dentro, o como la primera flor de la primavera. Simplemente estábamos juntos porque era domingo, o sábado, ya ni siquiera me acuerdo bien, solo sé que estuvimos dando vueltas por ahí, hasta que le dije que tenía frío, y él, con toda la buena intención del mundo, me cedió su chaqueta, me preguntó si prefería irme, y yo le dije que eso no estaría mal. La verdad que cuando puso su chaqueta sobre mis brazos, noté un escalofrío. En esos momentos Guille y yo no éramos nada, o bueno, algo éramos, pero el qué todavía no lo sabíamos. Supongo que yo...estaba empezando a quererle. Solíamos pasar las tardes juntos, a pesar de que él no venía a nuestro instituto, era amigo de Mario y Roberto. No me preguntéis cómo y dónde se conocieron, no tengo ni idea. El caso es que, entre él y yo había feeling. O cómo coño se le llame a eso. Vale, sigo. Después de mis inumerables escalofríos, después de caminar...el silencio fue interrumpido. Por una de esas maravillas de la naturaleza : la lluvia. No pudimos, ni supimos, hacer nada más que mirarnos, sonreír, y ponernos a correr como unos niños pequeños. Cogidos de la mano, corrimos, ¡ incluso volamos ! A mí me parecía estar en el cielo...Cuando abrí los ojos estabábamos debajo de un árbol, intentando escabullirnos de la lluvia (cosa difícil porque ya estábamos empapados). Yo solté una carcajada, para que viera que todo aquello me importa lo más mínimo, no me importaba estar empapada, ni estar tiritando, si total, estaba con él, ¿no?

-¿Se puede saber qué te hace tanta gracia? Yo tengo frío, estoy mojado y...
-¿No tienes una excusa mejor? Yo también estoy igual que tú, pero tengo millones de motivos por los que sonreír. Solo es lluvia, y un poco de frío. Yo le veo sentido, estamos en una estación que trae consigo días así..
-Vale, no te pongas así. Me das miedo cuando hablas de esa forma...

En esos momentos yo no sabía qué contestar, así que me marché corriendo a lo que parecía un banco de lejos. Si es que mi vista no daba para más. Lo mejor fue que después de todo, él me siguió, aunque yo le causara miedo a veces. Intentó cogerme, y también me gritó. '¿Es que no puedes ir más rápido?' me decía. ¡Si era él el que iba detrás...! Cuando llegó y se sentó a mi lado ,en se simple banco, supe que sí, que todo era cierto, que lo quería, y que podía estar enamorándome, por mucho miedo que me diera esa palabra. Todo pasó muy rápido después. Recuerdo que nuestro primer beso fue seco, a pesar de la lluvia. Noté sus labios contra los míos, y no sentí frío. Solo el roce de sus labios me aseguró lo que él y yo éramos, y que, después de aquello, una nueva historia comenzaría. ~[ Fin de recuerdo ]


Y ahora, en ese instante, nos dirigíamos allí, a nuestro banco, en nuestro ''bosque'', a la espera de una sorpresa. De un algo, de un pequeño gesto. Solo sabía que no sabía nada. Y estaba impaciente por saberlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario