Datos personales

Mi foto
No soy adorable, pero aún así me definen como 'riquiña'. Vivo en mi mundo porque en la vida real no me sé adaptar. Soy lo que quiero, sin importarme los demás. Me gusta el Invierno pero también el Verano. Mi principal pasión es leer y escuchar mi canción favorita a la vez sin olvidarme de escribir después. No busco al chico ideal sino al alternativo. Soy enamoradiza pero a la vez difícil de gustar. Me gusta comer leche fría con galletas cuando me aburro y el frescor de después de lavarme los dientes. No soy superficial ni materialista. I was born this way, y ya está. Ah, me gusta gustarme, aunque no lo suela hacer.

martes, 13 de septiembre de 2011

Capítulo cuatro.

- If you wanna be my lover, you have got to give...! - estaba tan contenta que lo único que podía hacer era cantar.
- ¿Quieres que empiece a llover? No sé, puede que te apetezca mojarte, pero a mí exactamente no mucho, ehh.
- ¡Qué borde eres a veces!...- ¡agggg! Me empecé a alejar de él, si es que ni tenía ya ganas de saber esa sorpresa. Sea lo que sea, acabemos rápido. Ya me has cabreado, ¿contento?
- Contento sí, por estar aquí, contigo, y siempre. Anda, ven aquí, pequeña. - ¡Aún! Me alejé todavía más de él, y parecía que eso le hacía mucha gracia porque no dudó ni un segundo en echarse a reír como un niño estúpido.
- No me conseguirás tan fácil, que lo sepas.
- ¿Cómo no? Si te enamoraste de mí en...¿el primer día que me viste? - carcajadas por su parte, sus ojos verdes brillaban como pocas veces, se le veía verdaderamente feliz.
- Eres realmente estúpido. - y lo míré con la mayor cara de asco que podía poner. Sí, era estúpido, pero de su estupidez nacía mi felicidad. No podía pasar un segundo mirando al suelo, quería ver sus ojos verdes brillando.
- ¡Pues en algo nos parecemos, no? - y me agarró, me cogió de la mano, y continuamos andando. No quise decirle nada, estaba demasiado a gusto. Aunque él solo consiguiera cabrearme, en realidad todo aquello me parecía divertido. Se metia conmigo, pero me hacía reír. Me gustaba que él se lo pasaría tan bien haciéndolo, y me gustaba demostrarle que yo también sabía hacerme valer.

Al poco rato llegamos al banco, y todavía seguíamos cogidos de la mano. Algo que nos costaba tremendamente, porque al final acaban por sudarnos las manos. Extraño, pero cierto. A todo el mundo le gusta ir de la mano con su pareja, pero a nosotros también nos gustaba tener nuestro propio espacio, y lo respetábamos mutuamente.

-Sé que estás deseosa por saber lo que tengo para ti, estúpida de mi corazón - ¿carita de niño bueno? ¡Ay, qué me lo como!
- Hombre, depende, si es una mierda puedes ahórrartelo. - menuda cara puso al oír esto. No sé, estaba como '¿WTF?', y antes de que dijera nada, intenté rectificarme. - ¡Eh, era broma! No quiero que pienses que...-Y derrepente otra carcajada, este chico es increíble.
- JAJAJA ¿No ves? Se ha comprovado mi teoría, eres estúpida. O por lo menos, un poquito. Bueno, ya está, pasa de mi gilipolleces, que me voy a poner serio..
- Entonces este día debe de ser recordado, ¿no?
- Graciosa..Bueno, estos días he estado pensando. En nosotros y...Tranquila, no es para nada malo, no quiero que te preocupes - Uff, es que eso de 'estar pensando' no sonaba especialmente bien.- Estos días que he pasado contigo, e incluso los que estuvimos separados, porque no paraba de pensar en ti, han sido los mejores de mi vida. Bueno, sumándole mis recuerdos de la infancia -sonrisa- Ya hemos escrito parte de nuestra historia, no sé...ya hemos conseguido algo grande. Algo difícil de encontrar. Amar a alguien es difícil, pero tú me has enseñado que lo difícil se vuelve demasiado perfecto. No hay un ideal para demostrar cómo es el amor. Pero de verdad que lo que hemos hecho...¡no quiero que termine nunca! Llámame cursi, o lo que tú prefieras...pero quiero estar contigo.
- Eres tonto. Eres perfecto...
- Pues tengo algo más para ti -sonrisa- Lo que te he dado hasta hora solo han sido palabras. Pero la pequeña sorpresa es esta. - Colocó las manos en su espalada, levantó su camiseta, y sacó una pequeña agenda. Al parecer la tenía metida dentro del pantalón, un lugar donde yo no habría hurgado para buscar un regalo. Y me la dió.
- Esto parece un cuaderno de matemáticas.-ya que tenía números, e incógnitas negras sobre una portada blanca.- Me parece bien que quieras que aprendera, pero no son lo mío..
- En este cuaderno quiero que escribamos nuestra historia. Quiero que sea...como nuestro diario. Una semana lo tendrás tú, y a la siguiente yo. Podremos poner lo que queramos. Fotos, frases, canciones...también podremos narran nuestros besos. No sé, lo que quieras. Yo podré leer lo que tú pongas, así que, cuidadín con lo que escribes - risa por mi parte-..y tú podrás leer lo mío. Y es de matemáticas, porque tú y yo nos enamoramos estudiando. Mates, exactamente. ¿Te acuerdas? No tenías ni idea, y yo te ayudé, y nosotros nos reímos, y tú aprendiste...
- Y tú me besaste. Es una idea preciosa, pero sabes que lo único que sé hacer es escribir, así que espero que no te canses de leer mis cosas, y me dejes.
- Te lo he dicho, quiero - estar - contigo.
 Nunca había imaginado que podría querer así a alguien, me guardé la libreta en el bolso, y le dí un beso. Estuvimos abrazos unos 5 minutos, riéndonos, y peleándonos. No podía creer como a Guille se le había ocurrido esa idea. Siempre me había demostrado que me quería, y que estaba convencido de estar conmigo, porque, él decía 'que lo llenaba con algo especial'. Pero eso de escribir..me hacía ilusión. Tener un cuaderno para los dos, para contar todo lo que nos queríamos. Pensándolo bien, sonaba un poco cursi..¿o sería romántico?

Antes de bajarme de su moto, para entrar en mi casa, me susurró que me quería. Y entré en casa con ese pensamiento. Entré feliz, como cuando el arcoiris sale para alegrar un poco el día. En ese momento fui un pájaro, sí, quería ser un pájaro. Pero que él también lo fuera. ¿Volar sola de qué serviría?

En otro lugar, otra persona, otros pensamientos...(Laura1)


Había acabado de comer, y no tenía ganas de hacer absolutamente nada. '¡Amor de mierda! ¿Por qué a mí me sale todo mal? ¿Por qué no puedo ser feliz al 100%? No entiendo por qué Roberto y yo siempre tenemos problemas, si somos los dos iguales...' Quizás fuera eso, de ser tan iguales, al final chocamos. ¡Pero es que eso no tiene nada que ver!  Son los rumores los que siempre consiguen lo que quieren. ¿Lo peor? Es que Rober y yo nos los creemos así, sin más. Yo no soy capaz de preguntarle, y viceversa. No quiero decírle 'Eh, me has engañado?' Por miedo a oír un sí como respuesta. Pero en realidad ya me estoy muriendo viva, esto me está superando, y yo mucho tiempo así no puedo aguantar. ¡Con las ganas que tengo de decirle que lo quiero! ¡De abrazarle! ¡De darle un simple beso!

Como quería desconectar de todo fui al ordenador y empecé a cerrar ventana por ventana. Antes de cerrar el tuenti, le dí al inicio, porque si había alguna novedad. Y no, no habiá ningún mensaje privado de nadie, aún así le di  a 'Mensajes' para comprobarlo. ¡Que no, Laura, que no hay ningún mensaje de Rober! Mi cabeza sabía perfectamente lo que había, pero mi corazón quería encontrar otra cosa. Solo quería hablar con él, arreglarlo. Y ser felices de una vez. ¿Por qué todo Dios podía, y ella no? Porque ganas no le faltaban...

¡Dios! No aguantaba más, estaba tumbada en la cama, y estaba dispuesta a hacer algo. Cuando oí el ruidito del msn, comprobé que Rober estaba en su casa, así que no esperé más y salí de casa. Mi madre, como siempre, supongo que estaría demasiado ocupada, y ni siquiera se enteró del portazo que le dí a la puerta.


No hay comentarios:

Publicar un comentario